La pluma de Baudelaire describe un punto de la travesía:
En tu isla, oh Venus, no encontré en pie
más que una horca simbólica de la cual colgaba mi imagen...
¡Ah, Señor!, ¡dame fuerza y coraje
para contemplar sin repugnancia mi corazón y mi tiempo!
viernes, 11 de noviembre de 2011
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