Rosario Castellanos nos recuerda una de las más grandes paradojas
Matamos lo que amamos. Lo demás
no ha estado vivo nunca.
Ninguno está tan cerca. A ninguno hiere
un olvido, una ausencia, a veces menos.
martes, 5 de agosto de 2008
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario