miércoles, 25 de noviembre de 2009

Casualidad

El ocaso está descrito por la pluma de Salvador Novo

¡Apenas si te reconozco!
Si tu labio en el mío es como el mío mismo
sí tu mano estéril no oprime ni rechaza
y eres como el azogue que da mi propia luz.
¡Ay de mí que amaba tu fuerza
si la fuerza está toda en mi!
¡Ay de mí que esperé la muerte
y que te la di!

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