miércoles, 9 de junio de 2010

Huida

La pluma de Cavafis deja asentado en el cuaderno de bitácora:

Cuando las costas de Ítaca
fueron poco a poco desvaneciéndose ante él
y rumbo al Oeste navegaba a toda vela
hacia Iberia, hacia las columnas de Hércules
-lejos de la mar de los aqueos-
sintió que revivía, que
soltaba las amarras onerosas
de lo familiar y conocido.
Y su corazón aventurero
se alegraba, vacío de amor.