miércoles, 10 de octubre de 2007

Los compañeros de travesía

Hoy la brisa marina nos trajo las voces de un navío y a lo lejos alcanzamos a escuchar un fragmento de La canción del pirata de José de Espronceda

Que es mi barco mi tesoro,
que es mi dios la libertad,
mi ley, la fuerza y el viento,
mi única patria, la mar.
Allá muevan feroz guerra
ciegos reyes
por un palmo más de tierra;
que yo aquí tengo por mío
cuanto abarca el mar bravío,
a quien nadie impuso leyes.
Seguimos nuestra ruta con la sensación de libertad del mar y sus navegantes.

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