El atardecer nos entrega la visión marítima del poeta Jaime Torres Bodet
Sé que en tu corazón sólo soy dueño
del espacio que ocupa el mar no visto
en la mirada ausente de una ciega
y que será preciso
que me destroce, como el mar, el viento
-¿contra qué acantilados agresivos?-
para que me conozcan un instante
por la aspereza de la sal de tus labios
y por lo duro del clamor tu oído.
sábado, 20 de octubre de 2007
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