Después de varios días a la deriva, el paso de las aves migratorias acompaña nuestra travesía. Debemos la imagen a la pluma de García Lorca
¡Una golondrina vuela
hacia muy lejos!...
Hay floraciones de rocío
sobre mi sueño,
y mi corazón da vueltas
lleno de tedio,
como un tiovivo en que la Muerte
pasea a sus hijuelos.
Esperemos que un buen tiempo y el viento nos permitan alcanzar un puerto seguro.
sábado, 10 de noviembre de 2007
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